Claudio Fernández
País: ARGENTINA
Ex cantante de CAPRICHO DE LUNA y GRUPO KALU
1 COMO FUE TU INICIO EN LA MUSICA
Mis inicios comenzaron en el año 92 en un concurso de música melódica, donde gracias a Dios tuve la suerte de salir segundo. Y en ese momento no solamente había concurso música melódica, sino también de cumbia. Y ahí conocí a varios grupos musicales, entre ellos al Grupo Persuasión. Me hice muy amigo de ellos y un día voy a visitarlos donde ensayaban y les había faltado el cantante y me pidieron si quería cantar, Yo les dije que cantaba melódico, me incentivaron y ahí canté con los muchachos, les gustó como cantaba y llego la pregunta ¿Te animas a cantar con nosotros? Y ahí comenzó mi carrera musical. Mi primer show fue en Tiburón Bailable de Tigre, nada más y nada menos que con Gilda, Karicias y Grupo Persuasión.
2 CUAL ES TU PROYECTO ACTUAL
Seguir firme en esta lucha musical como siempre, persevera y triunfarás. Tuve la suerte de cruzar la frontera y poder presentarme en Chile. La verdad que Chile me quiere mucho, la gente le gusta mucho mi música y esto me impulso mucho y con más fuerza, con próximas presentaciones en Chile y estan surgiendo la posibilidad de recorrer mi país Argentina. Nos estamos proyectando musicalmente también a otros países como Bolivia y Perú. Tengo muchas ganas de viajar a México y Colombia. En todas estas cosas me estoy enfocando gracias al éxito que causo mi gira por Chile y siempre con energía positiva.
3 ALGUNA ANÉCDOTA
Una de las que nunca me olvido, cuando fuimos a Santiago del Estero a tocar con los muchachos de Capricho, veníamos en una Camioneta Trafic después de la gira, Asia un calor bárbaro, de esos bravos que hacen en Santiago, estábamos en pantalón corto viajando a Buenos Aires y en un momento paramos un segundito en la ruta, no sé qué paró el chofer y de repente entra una avista a la camioneta y se me apoya en la pierna, el timbaletero Luisito me dice “quédate quieto Claudio” Yo me quedé quieto y digo bueno, este sabe y lo dejé actuar, pensé que le iba a pegar de costadito para que salga… y no… se sacó la chancleta y le pegó un chancletazo que me clavó el aguijón, me acuerdo que tuve que bajar, hacer barro, ponerme barro, vine con la pierna hinchada todo el viaje. Esa anécdota no me olvida nunca más! Y como esa hay montones! de lindos momentos que pasamos.
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